| * Denuncian
                amenazas a vecinos de Las Humedades  Identifican
                el cuerpo del campesino exhumado en la
                sierra de Petatlán  Jorge
                Nava * El cadáver del campesino Meregildo Hernández Vázquez,
                según sus familiares presuntamente asesinado por órdenes del
                ex alcalde priísta de Petatlán y presidente de la Unión
                Regional Ganadera, Rogaciano Alba, fue identificado ayer en el
                Servicio Médico Forense (Semefo), de Acapulco. La
                esposa de Hernández Vázquez, y su tía, Enriqueta Silva Landín,
                acompañadas de otros familiares, acudieron por la mañana de
                ayer acompañadas del regidor perredista José Luis Morales
                Torres, a identificar el cuerpo, que fue exhumado en la
                comunidad de Las Humedades, sierra de Petatlán, el 10 de enero,
                por la Procuraduría General de Justicia del Estado, a petición
                de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum),
                que recibió una queja de los familiares sobre el asesinato, que
                ocurrió el 14 de agosto de 2002. Silva
                Landín sostuvo que hay amenazas de muerte contra todos los
                habitantes de Las Humedades por parte de caciques de la sierra
                que quieren apropiarse de sus tierras, y señaló entre esos
                caciques de Rogaciano Alba, a la familia Acosta y a la familia
                Hernández. Los
                trabajadores del Semefo que acudieron a la exhumación de Hernández
                Vázquez a la comunidad de Las Humedades, municipio de Petatlán
                junto con el director de Asesoría, Orientación y Quejas de la
                Codehum, Adelaido Memije Martínez, peritos y médicos forenses,
                les describieron las características de la ropa que porta el
                cadáver desde el día de su muerte. Les
                mencionaron que el cuerpo exhumado trae puesta una camisa color
                verde con cuadros, pantalón de mezclilla de color negro y
                calcetas. Les
                indicaron que la causa de la muerte fue por traumatismo
                craneoencéfalico y facial, por lo que les hicieron ver lo difícil
                que sería reconocer el cuerpo de su familiar por la cara. Tras
                pedir los requisitos para identificar el cadáver, Silva Landín
                y la viuda de Hernández Vázquez –quien omitió su nombre–,
                fueron llevadas por personal del Semefo a la cámara donde
                sacaron el cuerpo. Después
                de media hora, las dos mujeres salieron del lugar y le señalaron
                al regidor Morales Torres que efectivamente se trataba de Hernández
                Vázquez privado de la vida el 14 de agosto del 2002. La
                viuda explicó que por la descomposición del cuerpo y lo
                desgastado de la ropa no reconoció a su cónyuge muerto sino
                por una mal formación que tenía en el tobillo derecho. Los
                familiares se preguntaron cómo le iban a hacer para trasladar
                el cadáver de regreso a Las Humedades, lugar de donde fue
                exhumado, pues le explicaron a Morales Torres que no tienen
                dinero. Morales
                Torres se comprometió a ayudarlas con algunos gastos de
                traslado, sin embargo el personal del Semefo le informó a los
                familiares de Hernández Vázquez que tenían que rendir su
                declaración de identificación del cadáver con el agente del
                Ministerio Público del Distrito de Azueta, Alberto Ortiz
                Miranda. Según
                la denuncia que inicialmente hicieron los familiares, Hernández
                Vázquez fue decapitado por órdenes de Rogaciano Alba, según
                la información que les dio el presunto autor material, Inés
                Millán Gutiérrez, quien les indicó el sitio donde dejó el
                cuerpo, supuestamente decapitado. La
                familia se aterrorizó con la presunta revelación, y acudieron
                al lugar indicado, donde encontraron el cuerpo, ya en proceso de
                descomposición, y creyeron que no tenía cabeza, porque no se
                le veía, además de que el cuerpo envuelto tenía una estatura
                muy baja, y cabía en una mesa, por lo que reafirmaron la
                creencia de que estaba decapitado. Silva
                Landín señaló que el cuerpo fue hallado en una barranca en
                estado de descomposición, a los dos días de muerto, y que un
                amigo de su sobrino lo envolvió en una colchoneta. Indicó
                que no se atrevieron a destapar el cadáver porque estaba en
                estado de descomposición. Sobre
                la probable responsabilidad de Rogaciano Alba de la muerte de
                Hernández Vázquez, Mereche, Silva Landín expuso que sospechan
                de él porque se enteraron que el priísta divulgó que pagaría
                a quien le llevara la cabeza de esa persona, a quien
                presuntamente relacionaba con la muerte de un hermano del
                ganadero. Dijo
                que sospecharon del ganadero porque el mismo Inés Millán se
                encargó de correr el rumor de que fue él quien dio la orden de
                matar a su sobrino. Silva
                Landín mencionó que su sobrino Meregildo mató a un informante
                de Rogaciano Alba, Gerardo Hernández, que con frecuencia iba a
                Las Humedades a ver quién estaba y qué movimientos había, y
                molestaba constantemente a Meregildo, y un día se enfrentaron y
                éste le ganó en disparar y lo mató. Por eso sospechan también
                de los Hernández como autores del crimen, de quienes han
                recibido amenazas. Dijo
                que las familias que radican en Las Humedades no pueden bajar a
                comprar alimentos a Petatlán porque están amenazadas de muerte
                por los caciques. Añadió
                que no salen a ninguna parte por los problemas con otras
                familias que quieren apropiarse de sus tierras, y por ello
                subrayó que acudieron a la Codehum.   |