*
Siguen los
atropellos,
afirma la
dirigente
mixteca
La
Codehum y CNDH
no hacen nada
contra
violaciones
del Ejército:
Hermelinda
Tiburcio
*
Señala que los
indígenas han
perdido la
confianza en las
comisiones de
derechos humanos
porque han sido
perseguidos
cuando denuncian
a militares y
nadie los
defiende
Las
violaciones a
los derechos
humanos que
comete el Ejército
contra pueblos
indígenas en
Guerrero han
seguido en los
últimos años,
pero los
agraviados han
perdido la
confianza en los
organismos de
derechos humanos
para presentar
las denuncias,
afirmó la
dirigente de la
organización
Ndu Na Ñuu Savi
(Nosotros los
Pueblos
Mixtecos) y
coordinadora de
la Casa de Salud
de Mujeres Indígenas
de Ometepec,
Hermelinda
Tiburcio
Cayetano.
Explicó
que las víctimas
y sus
representantes
que han hecho
denuncias contra
el Ejército,
invariablemente
sufren amenazas,
hostigamiento,
intentos de
asesinatos y
otros ataques, y
“no hay quien
los defienda”
para evitar este
doble atropello
a los derechos.
Por eso cada vez
hay menos
denuncias, dijo
la dirigente
mixteca.
En
entrevista telefónica,
con motivo de la
recomendación
de la Comisión
Nacional de
Derechos Humanos
(CNDH) 48/2003,
para que se
investigue la
denuncia de
violación
sexual a la indígena
me’phaa del
municipio de
Ayutla, Inés
Fernández
Ortega, la
dirigente
mixteca refutó
declaraciones
del presidente
de la Comisión
de Defensa de
Derechos Humanos
de Guerrero
(Codehum), Juan
Alarcón,
publicadas el 3
de enero en el
periódico Vértice
de Chilpancingo,
donde afirma que
en los últimos
años han
disminuido las
quejas por
violaciones a
los derechos
humanos
cometidas por el
Ejército, y lo
atribuye a un
cambio de
actitud de los
militares.
Hermelinda
Tiburcio dijo
que si no hay más
quejas contra el
Ejército es
porque se ha
demostrado que
para las víctimas
es
contraproducente
presentarlas,
porque no hay
quien las
proteja y
defienda.
Criticó
que Juan Alarcón
diga que han
disminuido las
violaciones a
los derechos de
los indígenas
que comete el Ejército,
y opinó que con
esta declaración,
el ombudsman de
Guerrero está
defendiendo al
Ejército en
lugar de ver qué
pasa con las víctimas.
Señaló
que lo mismo
pasa con la
CNDH, que nunca
hace gran cosa
para defender
los derechos
humanos de víctimas
de violaciones
cometidas por el
Ejército, y
dijo que es el
caso de la
recomendación
sobre la violación
a la indígena
me’phaa
(tlapaneca) Inés
Fernández, en
la que la Comisión
Nacional “se
queda muy
corta”, y
manda la
recomendación
para que el
mismo Ejército
continúe las
investigaciones,
cuando se sabe
que no lo va a
hacer porque lo
que hace es
encubrir los
atropellos que
cometen sus
miembros.
Hermelinda
Tiburcio afirmó:
“La Codehum y
la CNDH no han
hecho gran cosa
para cambiar las
situación de
violaciones a
los derechos
humanos que
comete el Ejército
contra los indígenas
de Guerrero”,
y recordó el
caso de dos
mujeres mixtecas
violadas y dos
campesinos
asesinados por
efectivos del Ejército
en Barrio Nuevo
San José,
municipio de
Tlacoachistlahuaca,
en abril de
1999, en el que
nunca hubo
justicia y, por
el contrario,
las víctimas y
su comunidad, así
como ella misma
como
representante,
sufrieron
amenazas,
hostigamiento y
ataques que
atribuye al
mismo Ejército.
“Me
tocó denunciar
ese caso, y por
eso yo fui
perseguida en
1999 y hasta el
año 2000. Dos
veces intentaron
matarme, en
agosto de 1999
en Ometepec,
cuando un
militar armado
fue a buscarme y
en marzo de 2000
me dispararon
balazos cuando
iba en una
camioneta con
maestros en la
carretera de
Rancho Nuevo
Democracia a
Tlacoachistlahuaca”,
afirma.
Señala
que a esos
intentos de
matarla
siguieron
amenazas por
agentes de
Gobernación y
militares que le
decían que se
retirara del
caso, que sólo
le traía más
problemas.
También
recordó que
sobre la
comunidad de
Barrio Nuevo San
José
continuaron las
agresiones de
los mililares y
la presencia
contínua de las
tropas en el
pueblo después
de la denuncia
de las
violaciones y
asesinatos, así
como las
amenazas para
que no siguieran
con la denuncia.
Señala
otro ejemplo: el
de una queja que
presentó la
comunidad de
Santa Cruz
Yucucani a la
Codehum el 19 de
febrero de 2002,
porque militares
que estaban en
la comunidad se
comieron 40
chivos y robaron
maíz, calabazas
y plátanos.
“Derechos
Humanos hasta
ahora no ha
hecho nada; las
mujeres que
fueron violadas
siguen esperando
que se haga
justicia y también
la familia de
los dos
campesinos
asesinados,
Evaristo Alvino
Téllez, de 27 años,
y el niño
Antonio Mendoza
Olivero, de 12 años.
Y tampoco se
hizo algo para
reparar los daños
a los campesinos
que fueron víctimas
del robo
cometido por los
soldados”,
afirmó.
Sobre
este último
caso denunciado,
dijo que el
comisario de
Santa Cruz
Yucucani,
Raymundo Ortiz Nájera,
y el
comisariado,
Florentino
Francisco
Santiago,
denunciaron ante
la Codehum que
el 15 de febrero
de 2002 los
soldados robaron
maíz,
calabazas, plátanos
del pueblo, y
que a las 4 de
la tarde el señor
Luis Perfecto
Santos venía de
pastorear sus
chivos cuando se
encontró con
militares que le
quitaron 40
chivos”.
Recordó
que el caso de
Barrio Nuevo San
José se presentó
también a
organismos
internacionales,
y hasta la Alta
Comisionada de
la ONU sobre
Derechos
Humanos, Mary
Robinson. Sin
embargo, dice,
el gobierno no
hace caso de las
recomendaciones
cuando son
contra el Ejército.
Afirmó
que “en el
2003 siguieron
las violaciones
a los derechos
humanos de los
indígenas”,
como en Santa
Cruz Yucucani:
“Los militares
llegan y cortan
los plátanos y
se comen lo que
la gente siembra
y roban su
ganado, y si la
gente reclama
amenazan con
matarlos”.
Dijo
que en la
actualidad,
“el Ejército
se mete a los
pueblos, lleva
armas, espanta a
los niños y a
las mujeres, la
gente no puede
salir al campo,
los hombres no
pueden pastorear
los animales. En
las comunidades
indígenas
parece que
vivimos en
guerra”.
“El
3 de diciembre
fui a La
Soledad, en el río
había un montón
de soldados,
preguntaban a dónde
vas, deja
revisar qué
llevas, según
que porque la
gente siembra
enervantes, pero
esa no es la
forma de
combatir la
siembra de esas
yerbas”. (De
la Redacción)