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Visita García Costilla a los presos en Acapulco
El
asesinato de Zacarías y las detenciones, acción
contra la Fiscalía: Isaías Martínez
Aurelio
Peláez * El diputado federal Juan García Costilla visitó este
jueves en el penal de Acapulco a los cinco detenidos acusados
por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) del
asesinato de Zacarías Barrientos, testigo de la Fiscalía
Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado
(Femospp).
Como
lo sostuvo este lunes 2 de febrero en conferencia de prensa,
García Costilla reiteró su convicción de que los acusados por
el crimen de Zacarías Barrientos son inocentes. De los
detenidos, escuchó denuncias de tortura por parte de la Policía
Judicial para implicarlos en este asesinato.
El
6 de enero de este año fueron detenidos en Atoyac Isaías Martínez
Gervasio, Benito Salgado Aguirre, Ramiro Rosas Contreras, María
de Jesús Martínez Reyes y Apolinar Martínez Barrientos, como
responsables del crimen de Zacarías Barrientos, ocurrido el 26
de noviembre del año pasado.
Zacarías
Barrientos fue un delator del Ejército, quien habría señalado
en los años setentas a varios ciudadanos atoyaquenses como
relacionados con la guerrilla de Lucio Cabañas, mismos que
fueron detenidos y desaparecidos. En los últimos dos años
decidió colaborar con la Femospp para aclarar casos de
desapariciones políticas.
En
noviembre fue asesinado y aunque varios luchadores sociales
dijeron que los responsables tendrían que ser ubicados en
integrantes del Ejército y de la Policía Judicial de esa época,
se detuvo a campesinos del lugar, entre ellos Isaías Martínez,
quien tenía 30 años de luchar por la presentación de su hijo
Misael, desaparecido por el Ejército.
Ante
el diputado federal García Costilla, integrante de la Comisión
de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Isaías Martínez
Gervasio reiteró su inocencia y aseguró que tras su detención
y el asesinato que le imputan están personajes que tienen interés
en que no se aclare la guerra sucia.
Durante
una hora García Costilla escuchó a los inculpados y se
comprometió a gestionar el esclarecimiento de los hechos.
Martínez
Gervasio expresó que los mismos que asesinaron a Zacarías
Barrientos Peralta el pasado 26 de noviembre, planearon quitarlo
del camino de cooperación con la Fiscalía Especial, con el fin
de que ésta se “se descoyuntara” para impedir que siguieran
fluyendo las denuncias de familiares de los desaparecidos y
torturados de la época de la guerra sucia.
Benito
Salgado Aguirre, María de Jesús Martínez Reyes, Apolinar Martínez
Barrientos y Ramiro Rosas Contreras, además del propio Martínez
Gervasio, se quejaron de la brutalidad policíaca durante su
detención, pues no fueron informados del motivo y en fueron
torturados para obligarlos a confesar su supuesta culpabilidad.
Salgado
Aguirre, cuya presunta confesión sirvió para detener a los
otros cuatro detenidos, y quien laboraba como cargador en el
mercado de Atoyac, aseguró que le colocaron una bolsa de plástico
cubriéndole la cara y atada al cuello, mientras le golpeaban el
pecho y el abdomen, al mismo tiempo que le decían que debía señalar
a los ahora inculpados. “Un tipo gordo con el que me llevaron,
me ofreció 50 mil pesos para que dijera que ellos son los
culpables de la muerte de Zacarías y que si me negaba, cuando
saliera de la cárcel me iba a matar”.
Pese
a ello, el supuesto testigo y ahora recluso del penal de
Acapulco dijo que no conoció a Zacarías y que ignoraba quienes
fueran los responsables de su asesinato y enfatizó que no sabe
leer y que firmó una declaración sin conocer su contenido.
Según
la PGJE el crimen de Zacarías Barrientos tendría tinte
pasional, pues Benito Salgado estaba involucrado
sentimentalmente con María de Jesús Martínez, la esposa de
Zacarías Barrientos, y se habría coludido con los otros tres
varones responsables para vengar las presuntas delaciones del
testigo de la Fiscalía.
Isaías
Martínez reiteró que el móvil de su detención es en realidad
separarlo de su colaboración con la Fiscalía Especial, ya que
el tiene una relación cercana con muchos de los familiares de
los desaparecidos en la década de los años 70, entre ellos su
propio hijo Misael Martínez Pérez, por quien se mantenía en
la lucha y los estaba convenciendo de que declararan ante la
Fiscalía para esclarecer los hechos que ensombrecieron a la
entidad guerrerense.
“Todo
fue porque he estado cooperando; quiero saber de mi hijo”,
indicó al agregar que ya había sido amenazado y que incluso le
dispararon de un auto en movimiento. “Todo esto lo tenían
bien preparado para que se cayera la Fiscalía”, con el
razonamiento de que mientras ese organismo se endereza y se
reanudan las denuncias, los responsables ya habrían arribado de
nuevo al poder y conseguido impunidad política.
Ellos
serían, aseguró, los descendientes del ex gobernador
Rubén Figueroa Figueroa, señalado como uno de los
principales responsables de la desaparición de cientos de
campesinos y luchadores sociales.
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