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 * Los caciques quieren sacarlos del área, afirman

Asesinan en la sierra de Petatlán a un campesino de los que defienden el bosque

 Fue asesinado en la sierra de Petatlán el campesino Bernardo Millán Zúñiga, el día de las elecciones, domingo 6 de julio, entre su comunidad, las Humedades, y El Camalote, donde se localizó la casilla.

La víctima pertenecía a una familia que en los últimos años se ha opuesto a la explotación forestal en esa parte de la sierra, y que ha denunciado las actividades ilícitas de los caciques, informó el presidente del Comité de Presos Políticos del Cereso de Acapulco, Alfredo García Torres.

Dijo que testigos que iban con Bernardo Millán vieron que quienes lo atacaron eran cuatro hombres con armas  largas, AR-15 y escopetas, vestidos con uniformes tipo militar, y entre ellos reconocieron a Marcelio Acosta y Modesto Acosta, quienes en los últimos años se dedicaron a explotar los bosques de Las Gordureras y presuntamente al narcotráfico, y pertenecen al grupo del ex presidente municipal, Rogaciano Alba.

Según Alfredo García, el análisis que hacen los campesinos de las Humedades es que con este asesinato los Acosta buscan que salgan de esa área los Millán y las familias que habitan Las Humedades y que se oponen a la explotación forestal, con el fin de poder regresar a esas tierras y reanudar la tala del bosque.

Por ello, temen que al caso de Bernardino Millán le sigan otros asesinatos.

También piensan que los Acosta quieren acabar con los Millán porque desde 1999 han apoyado a los campesinos de Rancho Nuevo, quienes tienen un conflicto directamente con el presidente de la Asociación Ganadera del estado, Rogaciano Alba.

En tercer lugar, explicó García Torres, los campesinos que defienden los bosques se identifican con el PRD, y los caciques con el PRI, por lo que se piensa que con el asesinato de Barnardo Millán buscaban también ese 6 de julio inhibir el voto de los campesinos de la parte alta de la sierra en favor del candidato del PRD, Francisco Chavarría.

Como resultado de los conflictos por la explotación del bosque y entre caciques y campesinos de esa parte de la sierra de Petatlán hasta el momento suman 21 los muertos de las dos partes.

Los casos más recientes, de acuerdo con la información proporcionada por Alfredo García Torres, son los del campesino Alejandro Cortés Torres, asesinado en El Camalote el 23 de mayo, y dijo que se confirmó que los autores fueron también los Acosta, del grupo caciquil.

Antes, los campesinos denunciaron los asesinatos de Bolívar Acosta Avila, el 7 de julio de 2002 en El Pedregoso, y Meregildo Torres, asesinado en El Tremendo, el 14 de agosto de 2002.

Según los registros periodísticos, la cadena de violencia en esa ruta de la sierra de Petatlán lleva más de cuatro años, desde el homicidio de Otoniel García Torres, del lado de los campesinos y siguió con la muerte de siete policías judiciales federales en la comunidad de Rancho Nuevo, en marzo de 1999.

García Torres informó que Bernardo Millán Zúñiga, vivía en Las Humedades, y tenía unos 23 años.

El domingo 6 de julio bajaba por el camino de la sierra, a votar a El Camalote, acompañado de su esposa, Virginia Yáñez, su hermana Isabel Millán Villa, y su cuñada Paula.

Habían pasado el sitio conocido como Paso de la Cucha, donde hay un arroyo, y más abajo, a 300 metros, desde el monte le tiraron un balazo con el que le rompieron un pie. Salieron del monte Marcelino Acosta y Modesto Acosta y otros dos desconocidos, los cuatro vestidos de verde como uniformes tipo militar, y lo remataron.

Después del primer disparo, su esposa Virginia le decía que corriera, pero él dijo que no podía porque le habían quebrado un pie.

Después del asesinato, los campesinos de las localidades altas de la sierra se concentraron en recoger el cuerpo y en el velorio, y ya no participaron en la elección.

Según la versión de García Torres, antes de 1999, los Acosta explotaban los bosques de Las Gordureras, protegidos por Rogaciano Alba, quien en 1988 a esa área de la sierra llevó a 12 o 13 personas conocidas como los sinaloenses, a quienes Eduardo Acosta llevó a La Callaca, luagr donde Alba sembraba mariguana, y andaba con ellos Nicolás Martínez Sánchez, conocido como El Cuarterón, presuntamente implicado en el asesinato de la abogada Digna Ochoa.

García Torres dio a conocer que los campesinos de Las Humedades informaron que ya fueron llamados a declarar al Ministerio Público por el asesinato de Bernardo Millán. (De la Redacción de El Sur).