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* Soldados allanaron su vivienda, dice en campesino

Quejas en la Codehum de Petatlán contra soldados y policías preventivos

 Brenda Escobar, corresponsal, Zihuatanejo * Un anciano campesino denunció ante la oficina receptora de quejas de la Codehum en Petatlán, que soldados del Ejército Mexicano se introdujeron arbitrariamente en su domicilio y le quitaron una pistola que tenía para su defensa.

También dos jóvenes acusaron –en la dependencia– que fueron golpeados y detenidos sin motivo alguno por policías preventivos de Zihuatanejo.

Rafael Garibo Gallegos, de 63 años de edad, acudió con el representante de la Codehum en Zihuatanejo, Mario Alberto Quiroz Bello, para denunciar que el 18 de marzo, a las 3 de la tarde, en su domicilio ubicado en Rancho Longarez, en el municipio de Petatlán, unos militares allanaron su vivienda sin una orden por escrito.

Dijo que al preguntarles el motivo de su presencia y pedirles el documento que les autorizaba meterse a su casa, “porque yo no he cometido ningún delito”, los soldados lo intimidaron al igual que a su esposa.

Agregó que de manera brusca buscaron y revolvieron sus pertenencias, donde encontraron una pistola calibre 22 sin tiros que él ha conservado desde hace 20 años para la protección de su familia, y se la quitaron.

Rafael Garibo añadió que los militares –no precisó si pertenecen al 19 Batallón de Infantería de Petatlán– le pidieron como pago de multa por tener una pistola la cantidad de mil 500 pesos, y que al momento de darles el dinero lo amenazaron: “no vaya a abrir la boca porque le puede ir mal a su familia y a usted”.

Por otra parte, también ayer se presentó en esa oficina el joven César Adrián García Bravo, con domicilio en la cabecera municipal de La Unión, para denunciar que el 17 de marzo fue detenido sin haber cometido algún delito, junto con su amigo Virgilio Ayala Paniagua, por policías preventivos de Zihuatanejo que iban a bordo de la patrulla 02.

García Bravo dijo que al principio se resistieron a subirse a la patrulla, “porque el único delito que cometimos fue haber comprado unas cervezas para llevarlas a la casa”, y que los uniformados los rociaron con gases lacrimógenos y los remitieron a los separos, donde pagaron cada uno una multa de 550 pesos “y todavía no sé qué delito fue el que cometí”.

De igual forma, el joven Fredy Palma Ramírez, mesero del restaurante los Mandiles, en Ixtapa, y con domicilio en la comunidad de Barbulillas, dijo al representante de la Coddehum que el 19 de marzo, a las 9 de la noche, salió de su trabajo y cuando esperaba el microbús para irse a su domicilio fue abordado por policías turísticos, a bordo de la patrulla 17.

Palma Ramírez dijo que fue confundido con un delincuente por los policías, quienes sin más le propinaron un culatazo que le abrió el entrecejo, pero al darse cuenta de su error le dijeron “ahí muere”, y lo dejaron herido. Hasta ayer el mesero todavía tenía sangre en la nariz y el rostro hinchado a causa del golpe.

Los tres denunciantes coincidieron en que demandarán justicia, por considerar que fueron afectados en sus garantías individuales.