Pintar
es una forma de continuar su lucha, dice el comandante Antonio
del ERPI
Condenado
a 47 años de prisión por el ataque del EPR al Ejército en
julio de 1996, presenta 40 cuadros en la exposición Jacobo, el
guerrillero pintor
Sentenciado
a 47 años de prisión, culpado por el enfrentamiento del EPR a
con tropas del Ejército en El Ahuejote, en la carretera Tlapa
Chilpancingo, el 16 de julio de 1996, el comandante Antonio del
ERPI, Jacobo Silva Nogales, declara que la pintura es una forma
de continuar su lucha, informó su hermana, Elizabeth Silva
Nogales.
Este
lunes, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, en la ciudad de
México, se inauguró una exposición de 40 pinturas, que se
llama Jacobo, el guerrillero pintor, que incluye también dos
cuadros de Gloria Arenas Agís, la coronela Aurora del ERPI.
Elizabeth
Silva Nogales informó que la exposición fue organizada por la
Coordinadora por la Libertad de los Presos Políticos, a la que
pertenece, y por el Movimiento de Lucha Popular.
Afirma
que el comandante Antonio ha encontrado en la pintura una forma
de expresión de sus vivencias y sentmietos, de su percepción
del mundo, y de denuncia, y recuerda que la primera vez que
expuso sus cardos, en octubre de 2003 en la Universidad Autónoma
Chapingo, los conocedores opinaron que la obra del guerrillero
encarcelado tiene calidad artística.
Jacobo
Silva y Gloria Arenas fueron detenidos en operaciones del Ejército,
la Policía Federal Preventiva y la PGR en octubre de 1999, en
la ciudad de México y San Luis Polosí, y encarcelados (con Felícitas
Padilla Nava y Fernando Gatica Chino, detenidos en Chilpancingo,
que no pertenecen al ERPI) en la prisión de máxima seguridad
de La Palma, en Almoloya, estado de México.
Gloria
Arenas y Jacobo Silva fueron sentenciados en 2003 por el juez
primero de distrito con sede en Chilpancingo, inicialmente a 49
años 7 meses de prisión, por los delitos de homicidio
calificado, tentativa de homicidio calificado, rebelión y daños
en propiedad ajena.
Los
acusan de la primera acción de fuego del EPR contra tropas del
Ejército después de su aparición pública, el 28 de junio de
1996, en el vado de Aguas Blancas, un año y medio antes de la
escisión de las fuerzas eperristas en Guerrero que conformaron
el ERPI, encabezadas por el comandante Antonio.
Entre
la comunidad de El Ahuejote y La Estacada, municipio de Tixtla,
fue emboscado un convoy militar, y según la información
oficial no hubo bajas del Ejército, pero en el fuego cruzado
las balas alcanzaron un camión civil tipo Torton que en ese
momento pasó por la carretera, y murió el menor Gonzalo
Alejandro Morales Pineda.
Fueron
condenados, por el homicidio del menor, por tentativa de
homicidio contra los militares que recibieron el ataque, por daños
causados por las balas en los vehículos militares y en el camión
civil y por rebelión contra el gobierno, a pesar de que los
guerrilleros que realizaron el ataque iban encapuchados y nadie
los pudo identificar.
En
la apelación de esa sentencia, en enero de 2004, les
ratificaron los cargos pero les redujeron la condena a 47 años.
Aún
les queda el recurso de demandar un amparo contra esa sentencia.
Elizabeth
Silva informó que según el expediente, el juez federal de
Chilpancingo que los sentenció actuó por consigna, porque en
el proceso hubo muchas irregularidades.
Una
de ellas, señala, es que no hay pruebas de que el
enfrentamiento en El Ahuejote, el 16 de junio de 1996, hayan
sido las balas de los guerrilleros las que causaron la muerte
del civil, y hay sospechas de que ésta fue provocada por el
fuego de los militares.
En
el expediente aparece que los testigos no vieron de qué lado
procedían los disparos, y sólo escuchaban las balas.
Además,
dice que los guerrilleros no tenían intención de matar a nadie
y menos a civiles, fue algo circunstancial.
Paralelamente,
un juez federal de Toluca los condenó a 5 años 6 meses de
prisión, en febrero de 2003, en un proceso abierto por
delincuencia organizada, asociación delictuosa, posesión de
armas y cartuchos y terrorismo. Finalmente sólo los sentenció
como culpables de asociación delictuosa, y hace dos meses les
ratificaron la condena.
Elizaberh
Silva informó vía telefónica que entre los 40 cuadros que
expone Jacobo Silva Nogales durante esta semana en San Lázaro
se plasman temas relacionados con la tortura, la cárcel,
luchadores sociales como Zapata, Villa, El Che, Lucio Cabañas y
la naturaleza.
Gloria
Arenas Agís, que está en el penal de Neza Bordo estado de México,
a donde fue trasladada en 2001, presenta un cuadro sobre la
mujer y otro titulado Desfuturo, sobre el mundo destruido que
nos espera.
Informó
que algunos cuadros expuestos están a la venta, y otros
pertenecen a la colección particular de los autores y sus
familias. “Queremos que la gente conozca su obra, que se vea
que los guerrilleros no sólo luchan con el fusil, sino también
con el arte; que la pintura es una trinchera más”, explicó.
(De la Redacción)
|