Cancelan
un careo entre policías y los acusados
de matar a Zacarías Barrientos
Tres
de los agentes de la Policía Ministerial que llevaron a cabo el
arresto no se presentaron a la audiencia
Magdalena
Cisneros Por la inasistencia de tres integrantes de la Policía
Ministerial del Estado se canceló el careo que se llevaría a
cabo ayer por la mañana en el Primer Juzgado en materia penal
–en una área del Cereso de Acapulco–, con los cinco
acusados por el asesinato del testigo de la guerra sucia, Zacarías
Barrientos Peralta, ocurrido el 26 de noviembre del 2003, en
Atoyac de Alvarez.
En
las instalaciones del Juzgado Primero, los familiares de los
acusados señalaron que los policías Marcos Edgar Echeverría
Rodríguez, Rafael de la Cruz Ramírez y Donaciano Victoriano Zúñiga
estuvieron fuera del Cereso pero no se presentaron a la
diligencia, aunque fueron citados para otra el 12 de mayo, a las
10 horas.
El
7 de enero, el procurador general de Justicia, Jesús Ramírez
Guerrero, presentó como los actores materiales e intelectuales
del asesinato del testigo a la esposa de Zacarías, María de
Jesús Martínez Reyes, de 48 años; el trabajador de la Fiscalía
Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado
(Femospp), Isaías Martínez Gervasio, de 82 años; así como
Apolinar Ramírez Barrientos, de 54; Benito Salgado Aguirre, de
65, y Ramiro Rosas Contreras, de 50.
El
secretario de Acuerdos del Juzgado Primero, Bernardo Casarrubias
Flores, indicó que recibió un documento justificando la
inasistencia de los policías y canceló el careo.
Dijo
que recibió el oficio 31 del coordinador general de la Policía
Ministerial del Estado, quien informa que “no fue posible
notificar a los policías en virtud de que no están adscritos a
esta jurisdicción, y como alega que fue muy pronto la
notificación por lo tanto se puede decir que está justificada
la inasistencia”.
La
integrante de la Organización Campesina de la Sierra del Sur
(OCSS), Norma Mesino, que acudió al Cereso –junto a los
parientes de los detenidos– acusó que el caso de los cinco
detenidos “está congelado, no hay evidencias de su
culpabilidad y ellos no pueden seguir presos”.
Dijo
que la inasistencia de los policías se debió “tal vez a que
se enteraron que llamamos a los medios de información para que
escucharan lo que decían”.
Mientras
esperaban a los policías, los familiares platicaron con los
acusados, que estaban tras rejilla, y con su abogado defensor
sobre lo que harían para continuar con la solicitud de libertad
María
Estela Martínez Pérez, hija de Isaías Martínez, preguntó
por qué los policías no se presentaron al careo. Aseguró que
no acudieron porque “saben que las cosas que hicieron fueron
injustas, así como actuaron que tengan cara para
presentarse”, y reiteró que los acusados son inocentes y por
eso exigen su libertad inmediata.
Andrea
Martínez Rosas criticó la actitud de los policías al no
presentarse a la diligencia porque desea ver a su padre Apolinar
fuera de la cárcel, más ahora que la esposa del detenido está
enferma.
Por
su parte, uno de los acusados, Isaías Martínez, exigió que
los policías se presenten, “que tengan valor, así como
cometieron ese error de detenernos”; y sugirió que no fueron
por “venganza, porque en la primera ocasión del careo su
abogado no pudo asistir.
Pidió
ayuda a las diversas organizaciones para recuperar su libertad,
e insistió que es inocente igual que los otros cuatro acusados.
El
abogado defensor Marco Antonio Valle Cabañas informó que el 6
de mayo, a las 11 horas, en Tecpan de Galeana habrá una
audiencia testimonial de los agentes del Ministerio Público de
la Federación, que testificarán a favor de Isaías Martínez.
Al
salir del Cereso, los familiares señalaron a dos personas que
participaron en la detención: en una camioneta color verde
claro estaba el ex comandante de la Policía Judicial del Estado
(ahora Policía Ministerial) en Atoyac, Bertoldo Delgado Bahena,
quien indicó que ahora está en el sector 2, de Ciudad
Renacimiento, y su presencia era para detener a una persona por
robo calificado. A unos metros en un vehículo Tsuru, color
rojo, los familiares señalaron a un hombre de 45 años
aproximadamente como Rafael de la Cruz Rodríguez, pero él lo
negó y dijo llamarse José Luis Mercado García.
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