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Pide Tlachinollan medidas
cautelares a las víctimas
Denuncian
a policías de Olinalá y
judiciales por torturas
detención ilegal
De
la corresponsalía, Tlapa * El
Centro de Derechos Humanos de
La Montaña Tlachinollan pidió
a la Comisión de Defensa de
los Derechos Humanos de
Guerrero (Codehum) la urgente
emisión de medidas cautelares
para los hermanos René,
Heriberto, Pedro y Maura
Navarrete Mosso, así como
también para José Juan
Coronel Ayala, quienes temen
por sus vidas y las de sus
familias.
El
26 de noviembre pasado,
Heriberto Navarrete Mosso fue
golpeado, privado de su
libertad y torturado por
miembros de la Policía
Preventiva Municipal de Olinalá
y de la Policía Judicial del
Estado, pertenecientes al
destacamento de Huitzuco,
quienes hicieron una operación
conjunta en la comunidad de
Tetelcingo. Cabe destacar que
estos funcionarios de la Policía
Judicial del Estado se
encontraban fuera de su
jurisdicción.
Heriberto
Navarrete Mosso fue conducido
a una barranca y allí
introdujeron su cabeza dentro
de un pozo de agua reiteradas
veces, con el objetivo de que
confesara su supuesta
participación en un robo de
animales.
Asimismo,
René Navarrete Mosso y José
Juan Coronel Ayala, el primero
hermano y el segundo amigo de
la víctima antes mencionada,
también fueron lesionados y
detenidos de manera arbitraria
durante esa misma operación.
A
su vez, Margarita Mosso
Acevedo, madre de los
hermanos, fue jalada del brazo
derecho, el cual tenía
fracturado a la altura de la
clavícula, y María Patrón
Guevara, cuñada de los
agredidos y que cargaba a su
hija de un año y cuatro
meses, fue golpeada con un
arma en su muñeca derecha.
“El
documento es el arma que aquí
tengo”, fue la respuesta que
recibió Margarita Mosso
Acevedo cuando exigió que le
mostraran una orden de detención
antes de que se llevaran a sus
hijos. En cuanto a Maura
Navarrete Mosso, ella fue
quien gestionó las acciones
legales y solicitó asesoría
jurídica a Tlachinollan, razón
por la cual habría sido
amenazada en plena vía pública
por los mismos efectivos que
lesionaron y detuvieron a sus
hermanos y a Coronel Ayala.
Tlachinollan,
centro de derechos humanos que
lleva adelante este caso, como
medida inicial presentó una
queja contra la Policía
Judicial de Huitzuco y la
Policía Preventiva de Olinalá
ante la Coddehum de Guerrero.
Luego interpuso una denuncia
ante el Ministerio Público
del Fuero Común de Tlapa y,
por último, planteó la
inminente necesidad de medidas
precautorias a favor de los
agraviados, quienes temen por
las amenazas proferidas contra
Maura Navarrete Mosso.
Por
otra parte, Tlachinollan también
presentó una queja contra la
Policía Judicial del Estado
con destacamento en Ayutla de
los Libres ante la Coddehum de
Guerrero por un caso similar
ocurrido hace ocho días en
ese municipio. Allí,
Fortunato de la Cruz Sánchez
denunció que su domicilio fue
violentado por personal de la
Policía Judicial que en ningún
momento demostró tener una
orden para hacer el
allanamiento.
A
su hermano, Rogelio Cruz Sánchez,
un campesino de 16 años, lo
acusaron de ser el autor de un
robo a mano armada, lo
golpearon y lo subieron a una
camioneta. Más tarde, el
joven escapó de sus captores
y, en la huida, los policías
le dispararon pero no lo
hirieron.
Durante
la operación también fue
golpeado Pedro Cruz Sánchez,
hermano de los anteriores y no
vidente, a quien le quitaron
mil 800 pesos.
Además,
fue sustraída de la vivienda
la cantidad de 6 mil pesos
que, según informó Fortunato
Cruz Sánchez, provenía de la
venta de 142 kilos de jamaica.
En
ambos casos, las garantías
individuales y los derechos
humanos de los ciudadanos
fueron violados, paradójicamente,
por fuerzas dependientes de la
Procuraduría de Justicia del
Estado de Guerrero.