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* Declaran ante el juez, ante la UEDO y ante Inteligencia Militar

 No secuestraron a Héctor Pineda ni son del EPR, dicen dos detenidos

* Efectivos militares y agentes de la PGR entraron a las celdas de los inculpados, en el reclusorio de Chilpancingo, les tomaron fotografías y grabaron sus declaraciones * “Los agentes judiciales me golpearon, me metieron agua por la nariz para decir cosas que no debería de haber dicho”, denunció el campesino Baloy Vega Cruz, originario de Coyuca de Catalán igual que el coacusado, Camilo Pérez Hernández

 De la corresponsalía, Chilpancingo * En medio de fuertes medidas de seguridad, dos presos señalados como presuntos integrantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR), acusados del secuestro del diputado federal priísta Héctor Pineda Velázquez rindieron su declaración preparatoria en el juzgado primero del ramo penal de esta ciudad y dijeron ser inocentes de los cargos que les imputan la Procuraduría General de Justicia del Estado y la Unidad Especializada para la Delincuencia Organizada (UEDO), de la Procuraduría General de la República (PGR).

“Somos inocentes, no sabemos por qué estamos aquí”, declaró el campesino Baloy Vega Cruz quien en su primera declaración ante el agente del Ministerio Público del fuero común de Coyuca de Catalán, Esteban Mendoza Palacios, declaró haber participado junto con otras diez personas, entre ellas una mujer, en el secuestro del diputado federal.

“A mí, los agentes judiciales me golpearon, me metieron agua por la nariz para decir cosas que no debería de haber dicho”, aseveró el detenido.

Los dos campesinos originarios del municipio de Coyuca de Catalán que ingresaron este miércoles al reclusorio de esta ciudad, fueron interrogados por agentes de Inteligencia Militar y de la Unidad Especializada para la Delincuencia Organizada (UEDO).

Los efectivos militares vestidos de civil y de la UEDO que ingresaron al penal entraron a las celdas de los presuntos eperristas a quienes les tomaron fotografías y les grabaron sus declaraciones.

Según consta en el expediente que obra en poder del MP, los indiciados dijeron ser miembros del EPR, haber cobrado a los familiares de Pineda Velázquez un millón 55 mil 200 pesos de rescate para dejarlo libre el 5 de septiembre de 2001 luego de mantenerlo en un campamento de la sierra de Coyuca de Catalán durante 35 días.

Dice en la declaración atribuida a los detenidos que el dinero que les entregaron los familiares del diputado federal priísta por el distrito 01 de Coyuca de Catalán, era “para el financiamiento  de la causa revolucionaria”.

Admiten según esa acta que cuando estuvieron en el rancho El Trébol propiedad del diputado federal iban vestidos de verde olivo, encapuchados, armados con rifles AR-15, AK-47 y pistolas calibre .45, y en ese momento se hicieron pasar por elementos de la Policía Judicial Federal.

La abogada de los dos presuntos secuestradores, María Eugenia Rendón Sánchez ya interpuso una queja ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero (Codehum) donde se relata la detención y tortura que recibieron los dos campesinos por parte de elementos de la Policía Judicial del Estado el domingo 5 de enero en la región de la Tierra Caliente.

“Yo estaba en la camioneta –una Combi de pasajeros de una ruta de Ciudad Altamirano– contando el dinero de lo que había recabado en el día cuando dos tipos armados se me acercaron, me pidieron una identificación, yo les entregué la licencia para manejar, luego la credencial de elector y entonces me dijeron que estaba detenido”, asevera Baloy Vega Cruz.

Vega Cruz, de 52 años, es originario de Terétaro, municipio de Coyuca de Catalán, de ocupación campesino y también se dedica a manejar una camioneta tipo Combi de pasajeros en una de las rutas de Ciudad Altamirano.

Camilo Pérez Hernández, de 42 años de edad, originario de El Coyol, municipio de Coyuca d Catalán, se dedica a la agricultura.

La declaración preparatoria ante el juez de ambos presuntos eperristas comenzó a las 2:00 de la tarde y concluyó a las 5:00 de ayer jueves.

Según el juez penal, Derly Alderete Cruz, luego de que se les leyó el expediente a los dos acusados, éstos negaron haber secuestrado al diputado federal priísta y pertenecer al grupo guerrillero.

A partir de hoy jueves corre el término constitucional para que el juez determine si procede o no dictarles auto de formal prisión.

Ante la UEDO, el diputado no señaló que sus secuestradores sean del EPR

En el expediente aparecen las declaraciones que el diputado federal priísta, Héctor Pineda Velázquez, hizo ante el agente del Ministerio Público federal Dax Herbetz Vidal, donde relata desde el día en que fue secuestrado y de qué manera fue liberado.

En ninguna de las dos declaraciones ministeriales –una ante el MPF y la otra ante el MPdel fuero común– Pineda señala nombres de las personas que lo secuestraron y tampoco hace mención de que sus plagiarios le decían si pertenecían al Ejército Popular Revolucionario.

Tampoco revela el monto del dinero que sus familiares pagaron por el rescate.

El legislador relata que los seis individuos llegaron a su rancho El Trébol a las 9:00 de la mañana del día 31 de julio cuando estaba con un vaquero y su hijo de 17 años de edad, Héctor Pineda Flores, bajando unas vacas de un camión.

Los individuos que iban armados con rifles AK-47 y AR-15 se identificaron como agentes de la Policía Judicial Federal.

“Ah con que bajando vacas, a ver dinos dónde está la droga”, le gritó uno de los encapuchados, refiere en su declaración ante la UEDO el diputado federal.

Menciona que a él y a su hijo los subieron en su camioneta y en el trayecto de la carretera rumbo a Coyuca de Catalán les dijo a los secuestradores que les daría en esos momentos 100 mil pesos para que los dejaran libres, pero ellos le exigieron 4 millones.

No hubo arreglo, solamente los secuestradores aceptaron dejar libre al menor Héctor Pineda Flores, para que, según su padre, se encargara de dar aviso a sus familiares y juntar el dinero para pagar el rescate.

“Me hicieron caminar muchas horas en los cerros, nos cambiamos de campamento y en las noches llegaban personas diferentes, entre ellos una mujer”, refiere.