*
Demandan indígenas
que se retiren
las tropas
Denuncian
retenes y más
campamentos
militares
en comunidades
de Ayutla
*
El Ejército está
para intimidar a
los indígenas,
dice el
coordinador de
la Organización
Independiente de
Pueblos Mitecos
Tlapanecos
En
los últimos días
aumentó la
presencia de
destacamentos
del Ejército en
la región idígena
de Ayutla de los
Libres, que
causa daños
económicos y
temor en las
comunidades, y
los retenes que
se han instalado
en los pueblos
son una violación
a los derechos
constitucionales,
dijo el
coordinador de
la Organización
Independiente de
Pueblos Mixtecos
Tlapanecos,
Arturo Campos
Herrera.
Explicó
que la presencia
militar, en
campamentos y
retenes de
revisión dentro
de los pueblos y
en cruceros de
las carreteras,
atemoriza a la
gente y por eso
se paralizan las
actividades de
las mujeres y de
los niños, y
dificulta el
trabajo de los
hombres en el
campo, por temor
a que los
soldados los
detengan, los
toturen y los
acusen de
cualquier delito
fabricado, como
ha ocurrido, o
violen a las
mujeres, como
ocurrió en
ferbrero y marzo
de 2002 con dos
indígenas.
Campos
Herrera informó
también que en
el retén del Ejército
en Llano de la
Puerta, en la
carretera
federal que
comunica la región
de la Costa
Chica con
Acapulco, este
lunes fueron
detenidos más
de una hora los
indígenas Inés
Fernández
Ortega, su
esposo Fortunato
Prisciliano
Sierra y él,
cuando se dirigían
a Ayutla después
de haber cobrado
un cheque de la
Secretaría de
Desarrollo
Social (Sedesol)
federal, para un
proyecto
productivo de cría
de codornices
aprobado para
mujeres de
Barranca
Tecoani.
Los
militares
revisaron a los
tres indígenas
que viajaban en
un taxi con
otros pasajeros,
y cuando vieron
que llevaban 87
mil pesos los
detuvieron,
probablemente
para acusarlos
de algún
delito, a pesar
de que ellos
explicaron el
origen de ese
dinero, y
llevaban un
documento de la
Sedesol como
prueba de ese
financiamiento
que es un
proyecto
colectivo para
todo el año.
“Nos
pararon, nos
interrogaron, ¿de
dónde sacaron
recursos, a qué
se dedican, dónde
trabajan, nos
preguntaban.
Mostramos la
hoja de Sedesol
y no nos hacían
caso. Para
nosotros eso es
parte de la
intimidación
hacia los iundígenas”.
Explicó:
“Como
Organización
nos preocupa la
presencia del Ejército
en comunidades
mixtecas y
me’phaa de
Ayutla, y
pensamos que
tienen un propósito
intimidatorio
hacia los indígenas
que están
demandando
recursos del
gobierno para
crear un fondo
para el
desarrollo
integral de la
región, y también
una respuesta a
la acción de
los compañeros
de Barranca de
Guadalupe que en
diciembre
sacaron a los
militares de su
comunidad,
porque estaban
robando
alimentos y
causaban daños”.
Criticó
que en lugar de
responder a las
demandas de un
presupuesto para
el desarrollo de
los pueblos, la
respuesta del
gobierno sea
“la
militarización”.
El
dirigente informó
que hay
campamentos
militares en la
comunidad
me’phaa
(tlapaneca) de
Barranca de
Guadalupe, desde
la semana
anterior pero
que este fin de
semana aumentó
su número de
efectivos
considerablemente.
“Los compañeros
me’phaa prácticamente
están rodeados
por el Ejército”,
dijo.
En
la zona mixteca
–informó–
hace ocho días
llegaron
militares a
establecerse en
Arroyo de Ocotlán,
arriba de La Fátima,
rumbo a Pascala
del Oro. El
viernes 16 de
enero estuvieron
en el crucero de
Arroyo de Ocotlán,
camino a
Pascala, y este
domingo
amanecieron en
La Fátima.
Dijo
que los
militares ponen
retenes adento
del pueblo,
“en la mera
comunidad”,
revisan todos
los carros que
pasan y a las
personas que
caminan por ahí.
“En la mañana
me informaron
que están en la
comunidad, que
los niños no
pueden salir a
la escuela, las
señoras no
pueden ir a sus
labores, y los
hombres no
pueden salir al
campo a trabajar
porque los
militares los
atemorizan”.
También
llegaron
efectivos del Ejército
al crucero de
San Miguel, a
500 metros de la
cabecera
municipal de
Ayutla, donde
pusieron
retenes, revisan
a la gente que
pasa en vehículos
o caminando,
piden
identificaciones,
revisan
mochilas,
bolsas, y hasta
a las mujeres.
También,
informó, hay un
campamento en La
Concordia, en la
región mixteca.
–¿Les
han informado a
qué se debe ese
despliegue
militar, saben
ustedes algo?
–No
sabemos porqué
es esta
militarización
y estas
revisiones,
tememos que
traigan una
lista de compañeros
que siempre han
sido hostigados
por el Ejército,
por ejenplo los
que fueron
presos en el
caso de El
Charco (donde
tropas del Ejército
dispararon
contra una
escuela y
mataron a 11 indígenas
y guerrilleros
del Ejército
Revolucionario
del Pueblo
Insurgente, el 7
de junio de
1998, y diez indígenas
estuvieron
presos acusados
de rebelión y
portación de
armas).
El
dirigente indígena
manifestó:
“Rechazamos la
militarizacvión
en la zona, no
se justifica, lo
que queremos es
un fondo para el
desarrollo de
los pueblos indígenas”.
–Los
jefes del Ejército
siempre dicen
que su presencia
en Guerrero se
debe al combate
al narcotráfico,
¿qué piensan
ustedes?
–Yo
digo que no está
combatiendo el
narcotráfico,
que su presencia
actual es una
respuesta a que
los compañeros
los sacaron de
la zona (en
diciembre),
porque esaban
cansados de que
les robaran sus
alimentos.
“Y
hay otras
denuncias de
lugares donde
van a robar lo
que siempran los
indígenas. En
El Coquillo se
han robado jícamas;
hace como un año
estuvieron en El
Coyul, los compañeros
levantaron un
acta porque los
soldados echaron
cal en el río
para matar
camarones.
“Hay
mucha
inconformidad
contra ellos en
las comunidades.
No están
combatiendo el
narcotráfico,
están asustando
a los indígenas,
intimidando para
callarnos”.
“Pedimos
que se salgan de
la zona, que el
gobierno federal
vea que las
necesidades de
la gente no son
militares, sino
financiamiento
para proyectos,
obras,
carreteras,
salud y educación
en las
comunidades”.
(De la Redacción).