Carta a mi padre,
preso político (La Jornada, 14 de Junio)
Señora directora: Le agradezco
la publicación de la siguiente carta en la sección El Correo
Ilustrado del diario que usted dirige.
A mi papá, que siempre será mi
pa, a sus 55 días de huelga de hambre:
Nunca fuiste como los demás
papás, que tienen la oportunidad de estar cerca de sus hijos.
Tú no fuiste de esos. Los instantes que pasate conmigo los
viviste intensamente. Disfruté mucho de esos días cuando nos
mojábamos bajo los chorros de agua que escurrían de las
azoteas de las casas cuando llovía. ¿Recuerdas cuando
pintábamos? Tú siempre preferiste figuras humanas y paisajes;
yo sólo flores.
Ahora extraño hasta tus regaños
y las jaladas de pata que me dabas para que me levantara y me
fuera a la escuela. Con decirte que si antes me enojaba verte
todo el día frente a tu computadora escuchando new age ahora
soy yo la que se la pasa escuchando la música de Enya.
Me angustio. Me dicen que tu
salud ya no es la que recuerdo, que estás muy demacrado, con
más de 17 kilos menos, y que pese al suero que te aplican en el
área de terapia intensiva del penal, tu organismo no reacciona,
no acepta el agua y vomitas el jugo gástrico. Tu voz por el
teléfono ya no es la misma, cada vez es más débil y toses a
cada rato.
Sé que si hoy te me estás
yendo, papá, es porque quieres ver libres a todos tus hermanos
y hermanas de lucha. Y me duele en lo más profundo no poder
acompañarte, abrazarte y decirte cuánto te quiero. Has de
saber que estoy contigo, con mi mamá y con los cinco presos
políticos del Cefereso de Acapulco, quienes también te
acompañan en esta lucha por la libertad. Y que me indigna
profundamente que en un país que se supone que existe el
respeto a los derechos humanos y las libertades de expresión
nos hayan cortado la llamada telefónica cuando te pregunté:
¿tienes un mensaje para mandar a la prensa?
Sólo alcanzaste a decir:
''agradezco las muestras de apoyo...''
¿Recuerdas cuando me
preguntabas?
-Cuánto me quieres, mi niña.
-Como tú me quieres, papá,
así yo te quiero,
y si un día cualquiera
no verte pudiera
recuerda, papá,
que como quieres
a la última estrella,
así yo te quiero... y más.
Tu hija que siempre será tu hija
Leonor Aracely
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