* Recoge el CCC
testimonios de Jerónimo
Presos
políticos en Acapulco, con secuelas de la huelga de hambre
Francisco
Magaña, corresponsal, Atoyac de Alvarez * El dirigente del
Consejo Comunitario Lucio Cabañas Barrientos, José Luis
Arroyo, informó que en una visita al reclusorio de Acapulco
constaron el mal estado de salud de los presos políticos como
secuelas de la huelga de hambre que mantuvieron por casi un mes
en junio.
Señaló
que Omar Guerrero y Rogelio García Pineda, les expresaron que
ante lo estancado que está la ley de amnistía por los
gobiernos federal y estatal se valora que el 7 de noviembre
inicien una huelga de hambre con mayor presión y apoyo de las
organizaciones sociales que se incorporarán para exigir que se
cumpla.
Asimismo
expuso que en esa visita al Cereso de Acapulco tomaron la
denuncia que les presentó el dirigente de la OCSS en Coyuca de
Benítez, Jerónimo Hernández Refugio, a quien observaron que
tiene secuelas de torturas por un ojo golpeado y piden al
gobierno que se apegue a derecho en su caso.
En
su testimonio expone que fue torturado con bolsas de plástico
en el cuello y golpes por lo cual se declaró culpable de
secuestro y fue remitido Acapulco en donde escuchó que alguien
dijo a los judiciales que mejor lo hubieran matado a “este
hijo de su puta madre por ser sobreviviente de Aguas Blancas”.
Dijo que lo llevaron a un cuarto en
donde lo torturaron para que se hiciera responsable de tres
secuestros más de Servando Luna de Tepetixtla y Margario
Ponciano de Paso Real. José
Luis Arroyo indicó que le informó que el 6 de octubre fue
interceptado por 10 hombres fuertemente armados y encapuchados
en Atoyaquillo, cuando iba a una huerta de coco, pero no lo
denunció por miedo. Señaló
que Tomás Landeros y Guadalupe Joven, presuntamente priístas y
responsables de un secuestro, fueron quienes lo acusaron ser el
orquestador de un secuestro y esa pareja fue detenida en el
lugar de los hechos, por una persona de apellido Luna, pero los
liberaron ocho días después. El
padre de Jerónimo Hernández Refugio, Juan Hernández Lozano,
denunció que después de la detención de su hijo la sierra de
Tepetixtla ha sido militarizada y están atemorizando al pueblo.
Sostiene que su hijo no es
secuestrador “si viera el gobierno en las condiciones que
vivimos, somos pobres, reconozco que mi hijo es un luchador
social no un secuestrador”.
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