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Anduvo con Lucio
y estuvo en el Ejército
Se
dice inocente y torturado el acusado
del secuestro de
Castro Bartolo
*
Los judiciales que me detuvieron nunca
me mostraron una orden de aprehensión,
acusa Santiago Hernández Ríos
Jorge
Nava * El presunto secuestrador del
molinero Leodegario Castro Bartolo,
Santiago Hernández Ríos, negó que
él haya sido el secuestrador del
empresario.
Al
ser entrevistado antes de la
diligencia de su declaración
preparatoria en la segunda secretaria
de acuerdos del juzgado octavo penal,
indicó que trabajó en el Ejército
durante 19 años y medio en el área
de intendencia, pero antes estuvo en
la guerrilla con Lucio Cabañas
durante seis meses hasta que lo detuvo
el Ejército.
El
procesado aseguró que el comandante
de la Policía Judicial del Estado
(PJE) adscrita a la colonia Emiliano
Zapata, Humberto Velázquez Delgado y
agentes a su mando, lo torturaron.
El
ahora procesado que según la PJE fue
detenido el jueves cuando trabajaba su
taxi color rojo con blanco, aseguró
que lo involucran con grupos armados
porque tuvo nexos en los 70 con la
guerrilla, “pero yo ya pagué mi
deuda y ahora mi vida es otra”.
Indicó
que anduvo con Lucio Cabañas, pero
posteriormente lo agarró el Ejército
y lo mantuvieron encerrado;
posteriormente lo integraron a
trabajar en el área de intendencia,
donde hizo esa actividad durante 19 años
y medio.
De
su detención detalló que después de
detenerlo le pusieron una bolsa de plástico
en la cabeza y mostró heridas vivas
en las muñecas por las esposas.
Pormenorizó
que a las 14 horas iba por su hija a
la empresa Leche Lala, ubicada en el
bulevar José López Portillo, a bordo
de su taxi rojo con blanco, cuando una
joven que ahora sabe que trabaja con
ellos, le pidió el servicio.
Luego
describió que pidió que la llevara
al poblado de Los Organos, pero que
después lo llevó al libramiento de
Paso Texca y entonces comenzó a
alegar con la joven porque en esa zona
ya no hay casas.
Dijo
que en ese momento lo abordaron
agentes de la judicial para sacarlo a
golpes de su unidad.
Señaló
que después le dijeron que llevaban
una orden de aprehensión en su contra
por lo que pidió que se la mostraran,
sin embargo, aseguró que los
judiciales se negaron.
Se
quejó porque le quitaron su vehículo,
dos mil 800 pesos, “y ya no sé de
mi carro, no sé qué le hicieron”,
apuntó.
“Me
dijeron que lo iban a desaparecer (el
taxi) igual que a mí porque por eso
me habían agarrado, aparte para
ponerme en la torre si no aguantaba la
tortura”, expresó.
Enfatizó
que de inmediato comenzaron a decirle
que era de las personas que participó
en los secuestros y que era de los que
recibió el dinero que pagó la
familia a los secuestradores del
empresario molinero Castro Bartolo.
Aseguró
que no conoce a los hermanos Néstor y
Juvencio Flores Tacuba, ni al técnico
dentista Rufino Díaz Cabrera,
procesados en el juzgado sexto por el
secuestro de Castro Bartolo, cometido
el 16 de julio; asimismo afirmó no
conocer al secuestrado.
Hernández
Ríos señaló que conoce a Filogonio
Castro Martínez, sobrino del
secuestrado, quien fue la persona que
le habló para que le ayudara en la
localización de Castro Bartolo.
Luego
señaló que no supo si hubo algún
problema porque agentes de la Judicial
comenzaron a seguirlo, y fue por eso
que habló con Castro Martínez a
quien le dijo que ya no podía
ayudarlo en la búsqueda de su tío
porque lo seguía la Judicial.
La
manera en que él pudo ayudar a la
familia del secuestrado en su
localización, Hernández Ríos explicó
que como es taxista, Castro Martínez
le pidió que lo ayudara.
Agregó
que pudo haberle ayudado a la familia
de Castro Bartolo, “pero me empezó
a seguir la Judicial; él dice que sus
primos están descontentos y que ellos
están involucrándome en esto, no sé
cuál sea el problema, no sé quién
me involucra”, especificó.
Abundó
que Castro Martínez recurrió a él a
los ocho días de que secuestraron a
Castro Bartolo, donde al comenzar a
investigar, lo vigilaron agentes de la
judicial a quiénes le preguntó en
una ocasión por qué lo seguían.
Según
Hernández Ríos, la respuesta de los
agentes fue que sólo hacían trabajo
de rutina.
Fue
el miércoles a las 14 horas cuando lo
detuvieron, contó el procesado. “Me
dicen te agarramos para partirte la
madre, aquí tú valiste grillo, aquí
si te mueres por la tortura, te
enterramos y ya”, afirmó.
Al
respecto el juez octavo penal, Víctor
Alejandro Arellano Justo, le dijo al
procesado que era acusado por el
delito de secuestro en agravio de
Castro Bartolo. Caso por el que se
procesa a los hermanos, Juvencio y Néstor,
de apellidos Flores Tacuba, quienes
fueron detenidos 20 de agosto en la
colonia precarista Altos del Crisol y
que los vinculan con el grupo armado
Ejército Revolucionario del Pueblo
Insurgente (ERPI).
Además
del técnico dentista Rufino Díaz
Cabrera, detenido el 12 de agosto.
En
su declaración al Ministerio Público,
Hernández Ríos asentó que pertenece
a inteligencia militar y que estaban
en un puesto donde colaboraba para
localizar a secuestrados.
En
las investigaciones de la Judicial se
señaló que los familiares del
secuestrado tenían la sospecha de que
Hernández Ríos tenía relación con
el secuestro porque cuando se ofreció
a participar en la localización de
Castro Bartolo, les pidió a los
familiares que vendiera sus casas, sus
negocios o que empeñara objetos de
valor para pagar el rescate.
Indicaron
que cuando los familiares del
secuestrado se iban a entrevistar con
los secuestradores éstos ya sabían
de comentarios que hizo la familia
antes de la entrevista.
Otro
detalle, que según la judicial
integra en la investigación, es que
Hernández Ríos le pidió a los
familiares de Castro Bartolo que
vendiera sus propiedades y que no
permitieran que la judicial
interviniera en las investigaciones
porque no resolvía todo.
De
su participación en el Ejército,
Hernández Ríos contó que tras
llevar seis meses con el grupo
subversivo que encabezó Lucio Cabañas,
lo detuvo el mismo Ejército el 20 de
agosto de 1974, donde lo tuvieron
encerrado ocho años en el 56 Batallón
de Infantería.
Después,
aseveró que lo liberaron para
ingresarlo al Ejército como soldado,
en un pelotón de intendencia.
Hernández
Ríos dijo que tiene 51 años de edad,
y que el hecho de pertenecer estar
involucrado con la guerrilla, la
Judicial lo hizo ver como un
involucrado en esa actividad.
“Del
Ejército no tengo nada qué decir
después que yo ingresé ahí, siempre
me dieron buenos tratos. El 56 Batallón
siempre me dio buenos tratos, tuve
buena relación con oficiales,
generales, nunca tuve ninguna queja de
ellos”, aseguró.
Hernández
Ríos es defendido por el ex jefe
operativo de la Policía Preventiva
durante el gobierno de Zeferino
Torreblanca Galindo, Ricardo Salinas
Sandoval.
La
causa penal donde se le procesa está
bajo el número de expediente
212-2/2003, y en caso de que el juez
penal le comunique que es formalmente
preso por el secuestro de Castro
Bartolo, su expediente será remitido
al juez sexto por incompetencia. Allí
se juzga por ese mismo delito a los
hermanos Néstor y Juvencio Flores
Tacuba y el técnico dentista Rufino Díaz
Cabrera.